Viajar es marcharse de casa,
es dejar los amigos
es intentar volar
volar conociendo otras ramas
recorriendo caminos
es intentar cambiar.
Viajar es vestirse de loco
es decir “no me importa”
es querer regresar.
Regresar valorando lo poco
saboreando una copa,
es desear empezar.
Viajar es sentirse poeta,
es escribir una carta,
es querer abrazar.
Abrazar al llegar a una puerta
añorando la calma
es dejarse besar.
Viajar es volverse mundano
es conocer otra gente
es volver a empezar.
Empezar extendiendo la mano,
aprendiendo del fuerte,
es sentir soledad.
Viajar es marcharse de casa,
es vestirse de loco
diciendo todo y nada con una postal,
Es dormir en otra cama,
sentir que el tiempo es corto,
viajar es regresar.
Gabriel García Márquez
El poema "Viajar" de Gabriel García Márquez evoca una serie de reflexiones profundas sobre la experiencia de viajar, y en muchos aspectos, puede ser comparado con el acto de ir a la escuela.
En primer lugar, ambos implican dejar un lugar conocido para adentrarse en lo desconocido. Viajar implica marcharse de casa, dejar atrás lo familiar, así como ir a la escuela implica separarse del hogar para adentrarse en un entorno educativo nuevo y a menudo desconocido.
Además, tanto viajar como ir a la escuela representan una oportunidad para crecer y expandir horizontes. En el poema, viajar se presenta como una oportunidad para conocer nuevas personas, explorar nuevas culturas y aprender de experiencias diferentes. De manera similar, ir a la escuela ofrece la posibilidad de adquirir conocimientos, habilidades y perspectivas que pueden ampliar la mente y enriquecer la vida.
El poema también resalta la idea de cambio y transformación. Viajar implica intentar volar, recorrer caminos y cambiar, mientras que ir a la escuela implica aprender, desarrollarse intelectualmente y madurar. En ambos casos, se trata de experiencias que pueden cambiar la forma en que vemos el mundo y cómo nos vemos a nosotros mismos.
Asimismo, tanto viajar como ir a la escuela pueden ser desafiantes y emocionantes. Ambas experiencias pueden estar llenas de altibajos, momentos de alegría y de dificultad, pero al final, ambas pueden dejar una huella profunda en nuestras vidas.
En resumen, el poema "Viajar" de García Márquez nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la experiencia humana y cómo el viaje, tanto físico como educativo, puede transformarnos y enriquecernos de formas que nunca podríamos haber imaginado. En última instancia, tanto viajar como ir a la escuela son formas de explorar el mundo y descubrir nuestro lugar en él.